Para mi
Alligata siempre ha sido una casa fetiche. Me quedaba embobado mirando los anuncios de las primeras revistas, como el que sale en la entrada del artículo. Además uno de los pocos juegos originales que compré, que además fue en Andorra, fue el
Haunted House, que me encanta, independientemente de su simplicidad. Y además, hicieron mi primera aventura de texto, el
Aztec Tomb.