La historia de mi relación con Commodore64 tiene un final similar al de muchos de vosotros, supongo, pero es seguramente la historia más dolorosa y amarga de los que estamos aquí... para quien guste de leer, empiezo:
Corría el año 1983 y mi familia y yo (11 años, del 72) estábamos en un gran centro comercial haciendo la compra del fin de semana. En la sección de electrónica estaban promocionando unas nuevas máquinas recién llegadas, las Commodore 64. Mi padre, que era muy curioso de las tecnologías, preguntó al dependiente "para que servían esas máquinas" y el tipo que nos atendía ni corto ni perezoso le dijo "...para muchas cosas, por ejemplo, como ayuda al estudio o para llevar la contabilidad de la casa...". Esa mañana procedimos a desembalar el bicho. El dependiente fue efectivo con su explicación ya que por un lado yo no era buen estudiante y el C64 se supone que me ayudaría con el estudio y por otro mi padre era de los que apuntaba todas contabilidades en papel y el c64 significaría un salto adelante en la gestión de la casa. Un mes después mi padre seguía apuntando las cuentas en papel y yo me tiraba horas y horas jugando. ;-) Y así empezó todo.
Algunas curiosidades de esa epoca fué la compra del cartucho Simon Basic porque estaba hasta las narices de defender la superioridad del C64 sobre el resto de máquinas de 8 bits y los amigos con spectrum 48k, cpd464 o msx me demostraran lo fácil que era dibujar un círculo en pantalla y yo me tenía que callar (culpa del tacaño de Jack Tramiel por no pagar más a microsoft por venta). El simon basic hacía más amigable esto y me permitía hacer las demos pertinentes, pero siempre volvía a la pantalla azul. Este software en aquella época costaba dinerin pero siempre me llevaba el gato al agua con lo de "es para estudiar mas". En fin
El punto de inflexión y el sentir la máquina como MI máquina fue cuando empecé a programar. Con los extraordinarios manuales que traía el c64 (user guide y programmer's reference) empecé a aprender basic pero sin poke y peek en un principio. Sencillamente no terminaba de entenderlo.
Todas las semanas o cada pocas me compraban un juego fruto de la brasa bestial a la que sometía a mi familia. Por desgracia nunca llegué a comprar o intercambiar juegos o programas "copiados" ya que no conocía ni donde ni como ni nada, cosa que algún amigo, principalmente de MSX, si que hacían y se venían cargados de juegos. Total que mi padre estaba hasta las narices por la pasta que suponía la compra de juegos (con los juegos no tenía la excusa infalible de que me ayudaban al estudio). Tras una pelotera de aupa, no recuerdo que juego le estaba pidiendo, me decía que no, que se acabaron tantas compras y "que si quería juegos que los hiciera yo". Seguiría una larga temporada enfadado con él pero me dió que pensar... me puse manos a la obra con el simon basic y todo lo que tenía de fácil lo tenía de lento... inviable. Con el basic de serie ya empecé a hacer pinitos con accesos a memoria, sprites, movimientos... pero igualmente descartado, era lento de narices comparado con los juegos comerciales.
Me quejé amargamente a mi padre de esto y que era imposible (además que lo que llegué a hacer no era "jugable" como los juegos comerciales) y retomé la línea de que me volvieran a comprar mas juegos pensando que ya pasó un tiempo de su negativa pero la respuesta siempre era que nanai, que solo para reyes y cumple. Broncas y mas broncas y poco tiempo después, mi padre se presenta en casa con una cajita y me dice que le han dicho en la tienda de informática que "con esto" se hacen los juegos. Ni mas ni menos que HESMON64. Si, un cartucho de lenguaje máquina que no lenguaje ensamblador (algo más amigable). Por supuesto no hice ningún juego completo pero si algunas cosillas y utilidades que me forzó a tener una idea mas o menos clara del hardware y como usarlo. Muy buena época. Me faltó probar la 1541 y un lápiz óptico (muy popular en la época y en revistas).
De los 8 bits pasé como todos a los 16 bits PERO por desgracia no fue a Amiga. Nos presentamos en elcorteingles para renovar y las opciones eran los recién salidos Amiga 500 (el 1000 era caro caro), un EPSON PC con monitor fósforo verde e impresora o el NextStation (carísimo y bonito). Mi padre me preguntó y le dije el Amiga 1000 (monitor, teclado, ratón y unidad central), me dijo caro para nosotros, le dije Amiga 500 y me dijo que si estaba loco, sin monitor. El EPSON fue el que me compraron y ahí llegaron los tiempos oscuros, ya no fué como antes, entre lo aburrido del msdos y mi interés en las muchachas pues... nada que destacar. Fin de la historia.
Historia final y trágica
Todo entraba y salía, lo tiraba o lo vendía... pero siempre ha habido una caja enorme que me he llevado conmigo cuyo interior era, mas o menos de memoria: una panera inmaculada (suelo cuidar todo mucho), un monitor sony blacktrinitron, joysticks varios incluido el quickshot2, un datasete 1530, colección completa y bien cuidada de InputCommodore, libros varios incluidos la guía y la referencia del programador, cartuchos varios con sus cajas e instrucciones (simon basic, hesmon64, juegos), videojuegos con su caja y manuales conservados como el primer día (pitstopII, dambuster, winter games, summer games, mision imposible, frankie goes to hollywood que traía una cinta de audio con la canción, ghostbusters, etc...) Estaba cerrada, precintada desde la época de los 80, nunca la abría, muchas veces pensaba que era chatarra y que hacía con ella en casa y siempre terminaba perdonando el contenido porque eran recuerdos... hasta el fatídico día, justo un año antes de la pandemia, nos mudamos de casa, de un chalet a un piso y el espacio era una prioridad. Histeria y preocupación sobre la falta de espacio en la familia que me iban calando... una mañana, supongo, exploté y subí a la buhardilla, abrí la caja, saque la panera, la mire durante mucho tiempo recordando, la puse en el suelo y la pisé fuertemente varias veces, muchas, y la destrocé, igual con el datasete, el monitor no, ese fué directo a la basura tal cual. Las revista inputcommodore las ojeé, todas. Después las rompí una a una. Las cajas de los juegos también las rompí, los cartuchos fueron intactos a la basura. En fin, un desastre que por entonces ya me dolió y sin tener contacto con el retro.
Ya en pandemia, me crucé con un libro de retro fusion sobre Commodore 64 donde podías descargar el pdf gratis. Lo hice y me despertó curiosidad. Instalé el VICE, jugué a juegos principalmente modernos, empecé a descubrir algo la escena retro principalmente de C64 y estaba flipando el interés que tenía la gente en los 8bits. Me compré dos libros de ensamblador en español, vi un curso en youtube sobre lenguaje C en C64, he probado algo, he pasado un tiempo muy entretenido (precio prestaciones no tiene rival). Total, que me he engorilado con los 8bits, de nuevo. He barajado Mega65 o Commander X16 para el hobby de 8 bits (hardware nuevo y mucho por hacer y descubrir) pero el precio es elevado, aduanas y eso. Por ahora me quedo con el 6510 a 1hz y 64kb. "Por ahora" porque al final depende de cuando el silicio le dé por fallar y no haya repuestos, no sé. A lo mejor no sucede. Primero me tiene que llegar el C64C que he comprado en wallapop a un italiano. Es made in hong kong, que creo que son la última o casi tirada que hubo. Creo que se corrigió algún bug. Y aquí estoy.
Fin
Bueno, yo no quería contar tanto pero como algunos habéis insistido pues... aquí tenéis mi historia y mi lloro. Gracias
