A mí muchos de estos sucedáneos me parecen muy loables por el mérito técnico de emular el comportamiento del C64 original ya sea en FPGA o con una CPU, por ejemplo el C-One de Jeri Ellsworth, que luego se convirtió en el C64DTV y en el que está basado el Turbo Chamaleon. La gente que se dedica a programar cores de ordenadores arcaicos en FPGAs en pleno siglo XXI no creo que lo haga por hacerse rico, sino más bien por el amor al arte y eso es admirable.
¿Qué opináis del mundo Amiga? Eso si que es una locura con todas las aceleradoras que hay, modifican tanto el sistema original que al final del Amiga original solo queda el teclado y el LED de power.