Por suerte, en el C64, tenía unos cuantos contactos con los que quedaba bastante y me suministraban mucho material nuevo. Por suerte ( o desgracia ), no tenía tantos disquettes como juegos me hubiese querido copiar
.
En Amiga era diferente. En la primera época intercambiaba mucho y tenía un amigo en Lloret de mar, fan de las aventuras de texto, que me pasaba todo lo que iban sacando de este estilo, a parte de los diferentes contactos que tenía por la zona. Mas adelante, cuando el mercado de amiga fue bajando y con varias personas mas, comprábamos juegos a no se quien, yo no me encargaba, y luego hacíamos sesiones de copias para nosotros.